Reemplazan al tejido de alambre.
No se oxidan, son fuertes y livianas. No son tóxicos ni corrosivos.
Son higiénicos y fáciles de limpiar.
Se instalan fácilmente. Se cortan con una simple tijera. Se fijan con precinto plástico.
Económicos, prácticos y durables.
No son conductores eléctricos.